Aunque actualmente las relaciones con Portugal atraviesan un momento de excelente cordialidad, compartiendo objetivos comunes como corresponde a dos países socios y aliados que forman parte de la Unión Europea, la historia nos relata que prácticamente desde su formación como nuevas naciones ha habido continuos enfrentamientos y guerras entre ambas.
Vamos a obviar los conflictos que
tuvieron lugar en la Edad Media porque de alguna manera se encuadran en los
enfrentamientos que tuvieron lugar en esa época entre los distintos reinos que constituían
en aquel entonces la península ibérica y que aún no tenían completamente
definidos sus territorios en continuas luchas entre ellos y los musulmanes que
ocupaban buena parte de la península. Así pues, nos vamos a referir por tanto a
las que se producen a partir del siglo XV.
La primera de ellas es la guerra de
sucesión castellana entre 1475 y 1479 para decidir el trono de Castilla entre
Juana la Beltraneja, hija y en teoría heredera
de Enrique IV, el Impotente , y la hermana de éste, Isabel. La razón que
se esgrimía era que Juana no era hija legítima del rey sino de su valido
Beltrán de la Cueva. Esto desencadenó una guerra entre España y Portugal, país
que defendía los intereses de Juana al estar casada con el rey portugués. La
mayor parte de las acciones bélicas
tuvieron lugar en los lugares limítrofes entre Castilla y Extremadura en
las regiones del Duero y del Tajo. Aunque sabemos que escuadrones de caballería
andaluces atacaron la raya de Portugal, no tenemos documentos que nos indiquen
si Zalamea se vio afectada directa o indirectamente por estos enfrentamientos.
Finalmente la cuestión se dirimió a favor de Isabel, que casada ya con Fernando
de Aragón, formó la pareja conocida como los Reyes Católicos. Juana continuó
viviendo en Portugal hasta su muerte, aunque nunca dejó de firmar como reina de
Castilla.
El siguiente enfrentamiento tuvo lugar en 1580 como consecuencia de las aspiraciones de Felipe II al trono portugués que había quedado vacante al morir el rey Sebastían I y su sucesor, el cardenal Enrique, sin descendientes. Nuestro monarca presentó sus credenciales como hijo de una princesa portuguesa, pero como un influyente sector de la nobleza lusa se oponía a ello, tuvo que hacer valer sus derechos por la fuerza, por lo que envió los temibles tercios españoles al mando del duque de Alba que finalmente consiguieron colocar a Felipe en el trono portugués. Este marco histórico afectó indirectamente a Zalamea porque es en él, durante el traslado de las tropas que se dirigen a Portugal, donde se sitúa el hecho que presuntamente da lugar a la famosa obra de teatro “El alcalde de Zalamea” escrita en primer lugar por Lope de Vega y de la que Calderón hizo una segunda versión algunos años más tarde. No hay constancia documental de paso de tropas por Zalamea en aquellas fechas, pero si bien la obra de Calderón sugiere como lugar a Zalamea la Serena, la de Lope de Vega, que no olvidemos fue la primera que se escribió, apunta a Zalamea la Real. Sobre este tema realizamos una investigación que publicamos en nuestra blog “Zalamea la Real-Historia” con el título “El alcalde de Zalamea de Lope de Vega. Una duda razonable” que los interesados pueden consultar aún en internet. Es importante considerar en este aspecto los movimientos de tropa que se realizaron. Parece ser que una parte importante del ejército que marchaba hacia Portugal al mando del maestre de campo, Lope de Figueroa, se alojó en Llerena. Sin embargo sabemos que era intención del rey mandar este tercio a las islas Terceras (la islas Azores) embarcándose en uno de los puertos andaluces, y esto sitúa a Zalamea en su ruta desde Extremadura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario